842’ 36’’ Lijar un lienzo en blanco parte de la premisa que durante el último año se ha ido realizando: el concepto de Leucofobia, o miedo al blanco, referido a aquel momento en el cual aparece un enfrentamiento al papel o al lienzo en blanco. Es por ello que la muestra que aquí se presenta deriva de dicha hipótesis en la que, tal y como sugiere el título, el lienzo en blanco es el punto de partida y el punto de llegada, utilizando únicamente las opciones y condiciones que éste presenta, las cuales pueden ser casi infinitas ( en palabras de R. Rauschenberg: “An empty canvas is full” ).

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842’ 36’’ expone la tónica descrita en su título: lijar un lienzo en blanco, donde la imprimación de la tela se convierte en el hilo conductor y en la materia plástica para su producción. Es decir, la imprimación funciona como pintura para ofrecer tres visiones o ejercicios en torno al lienzo en blanco, hablar de pintura sin ser pintura, adoptar la posición de pintor sin serlo.

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Estar tres visiones que podemos ver en la muestra son: en primer lugar, 47’ 53’’ Lijar un lienzo en blanco: 8,28º, que reproduce la imagen del bastidor en el ángulo descrito en el subtítulo; en segundo lugar, 373’ 25’’ Lijar un lienzo en blanco: 90º, que muestra toda una escala de grises en formato instalativo colocado sobre una de las esquinas de la sala, como símbolo del proceso continuo y exponencial de substraer la materia de la tela y alegando al acto de la pincelada; y en tercer lugar, 421’ 18’’ Lijar un lienzo en blanco: Volumen de producción, descubre el excedente obtenido del frottage realizado en las dos piezas anteriores, que termina materializándose en un reloj de arena con una cantidad minúscula de polvo de lija e imprimación inversamente proporcional al tiempo invertido en su proceso.

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Todo ello queda evidenciado con el acompañamiento de la matriz de todas las piezas presentadas: el lienzo en blanco, esta vez lijado, siendo éste mismo el que da título a la muestra: la suma de todo el tiempo invertido en el proceso de producción.

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Una visión del tiempo invertido en la producción de la muestra, que a su vez reflexiona sobre el tiempo que uno dedica a contemplar, visualizar, analizar y proyectar una idea sobre el espacio en blanco del lienzo. 

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